Rodeado de naturaleza, el mirador de Agando, en San Sebastián
de La Gomera, está resguardado por tres espacios naturales protegidos, el
Parque Nacional de Garajonay, el Monumento de los Roques y la Reserva Integral
de Benchijigua.
Uno de los miradores más bonitos de la isla de La Gomera es
el Roque de Agando, una aguja volcánica, en la que la lava salió por un solo
conducto, formado una chimenea, encargándose los procesos erosivos en dejarla
desnuda, mostrando el aspecto puntiagudo actual, a la vez que es un espacio
sagrado y de leyendas.
También aquí se alza el monumento en memoria de las víctimas
del incendio de 1984, un suceso trágico con 20 personas fallecidas, un cambio en
la dirección del viento, momento fatídico para los que defendían la naturaleza
de su isla, una tragedia para nunca olvidar de los arriesgan sus vidas en
defensa del hábitat.
Con 1250 metros el Roque de Agando se alza sobre crestas y
barrancos, hay que ascender por valles, entre carreteras sinuosas para admirar
su espectacularidad y dejar llevar la mirada a lo lejos, hasta el horizonte.
Destaca el paisaje de alrededor, por su flora autóctona que
crece entre roquedos, rocas que resguardan de vientos, creando microclimas que
facilitan la diversidad.
La Gomera da para muchas leyendas por sus paisajes de cuento,
con humedales, brumas, musgos y el Roque de Agando es un lugar especial, lleno
de magia y veneración, sobre su cima existen referencias en el Museo
Arqueológico de la isla, de piedras talladas con formas de cuencos y huesos de
posibles sacrificios de animales.
Agando es un signo distintivo de La Gomera, un gran
testimonio natural del pasado volcánico de la isla y del paso del tiempo que ha
permitido que esta gran chimenea natural sobresaliera y la descubramos.
Enlace
de interés: https://lagomera.travel/miradores/la-gomera/mirador-del-morro-de-agando/
viajarconrosana.blogspot.com