miércoles, 27 de noviembre de 2024

ISLA DE NUSA PENIDA, BIODIVERSIDAD MARINA. DESPEDIDA DE BALI: LA PROBLEMATICA DE LOS RESIDUOS PLÁSTICOS; Por Rosana Saburo

 El viaje a Bali estaba finalizando, era imprescindible visitar la isla de Nusa Penida, a 45 minutos en barco desde el puerto de Sanur, cercano a la capital, Denpasar.

El ajetreo de visitantes en el puerto de Penida era constante, con llegadas y salidas de




Y desde este mismo puerto se podían observar las primeras panorámicas de aguas cristalinas, arena blanca, en un mar con movimientos de olas suaves.

Las carreteras en Nusa Penida eran muy estrechas, con muchos socavones, el alojamiento estaba ubicado en el centro de la isla y en ese primer momento, había que desplazarse en taxi privado.

El ambiente en la isla era rural, con pocos residentes locales, silencioso, en especial de noche, este silencio estaba interrumpido con los sonidos de los geckos, una especie de lagartos que emitían ruidos chirriantes, que parecían proceder desde dentro de la habitación.

Dos noches en Nusa Penida en las que las lluvias nocturnas hicieron acto de presencia, finalizando éstas al amanecer.

Tras las lluvias, las carreteras estaban aún más deterioradas, empeorando los accesos a enclaves tan visitados y famosos como la playa de Kelingking, con formas rocosas y acantilados irregulares, constituyendo un enclave singular, con vistas al mar, a la montaña en la que hay que buscar un espacio para sentarse a la sombra y abstraerse del gran número de visitantes a esta playa.

La playa de Kelingking era un paisaje costero único, conformando imposibles formaciones rocosas con bosques costeros a pie de playa.

La biodiversidad en Nusa Penida continuaba con Angel´s Billabong, una laguna marina, sólo apta para el baño durante los períodos de mareas bajas.

Broken Beach era otro punto cercano de interés, en el que las aguas rompían con fuerza sobre las paredes de los acantilados, de lejos tenían mejor perspectiva.

En Bali se quema la basura doméstica en las puertas de las casas, también había camionetas pequeñas que pasaban por las calles recogiendo bolsas de residuos.

En enclaves tan importantes como las cascadas de Banyumala, además de plásticos tirados por los visitantes en el suelo, en zonas apartadas había grandes montículos de plásticos, fuera del alcance de la visita ordinaria a este valioso espacio natural.

En la isla de Nusa Penida junto a la carretera, el apilamiento de miles de botellas de plástico era llamativo, no estaban ocultas como en las cascadas de Banyumala, estaban pendientes de otro destino.

Sí,  leí en la capital Denpasar y en Ubud cartelería e indicaciones sobre dónde colocar el plástico.

Es un resumen de lo que vi durante dos semanas en la isla de Bali y Nusa Penida, es la asignatura pendiente, la gestión del plástico.

Me quedo de Bali con imágenes maravillosas de templos mirando al mar, volcanes emergidos del océano, bancales de tierra dedicados al cultivo del arroz, donde tierra y mar, aquí parecen encajarse en una única unidad, en el que sus gentes se muestran de forma constante, muy agradecidos de vivir en la isla de los dioses.  

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PARQUE NACIONAL BALI BARAT, NATURALEZA PROTEGIDA EN BALI; Por Rosana saburo

 

Muchas sorpresas quedaban aún por ver desde el pueblo de Pemuteran en el extremo noroeste de Bali, el único parque nacional de la isla, el conocido Taman Nasional Bali Barat, era el Parque Nacional de Bali Occidental.

Desde el mirador de la Torre realizada con grandes troncos de madera, se podía ver la gran masa verde de frondosos bosques tropicales, con vistas al mar al fondo, todo un paraíso por explorar.



Había limitaciones de entrada al parque, sólo se podía hacer con guía, desde el Centro de Visitantes Labuhan Lalang se inició la visita, las familias de monos negros saltando desde las zonas altas de grandes árboles fueron los primeros animales salvajes de esta ruta que se tuvo que realizar en coche.

Los ciervos de Timor, autóctonos de Bali, se dejaban ver entre el mar y la vegetación costera, pero en una de las paradas sorprendió un gallo salvaje, muy esquivo para observar su recorrido.

Entre los árboles destacaba el árbol cocodrilo, con las peculiares escamas de sus troncos; Muy llamativas eran las ramas serpenteantes en forma de espiral que competían hacia arriba para asegurarse la luz.

Pero la gran sorpresa fue ver distintos Balistar o Miná de Bali, aves de mediano tamaño, autóctonos de la isla, en grave peligro de extinción, blancos con la zona de ojos en color azul, muy elegantes en el vuelo, una joya natural y un gran privilegio descubrirlas.

En la zona de embarcadero se podían ver bosques de manglares marinos asegurando vida natural en un entorno complejo, terrestre y marítimo.

Gran acierto para su preservación que esta zona de la isla de Bali fuera declarada Parque Nacional, asegurando que vida salvaje y silvestre continúe sus ciclos naturales, fuera de la presión humana y urbanística.            

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AMPUDIA, ESENCIA MEDIEVAL; Por Rosana Saburo

  En la comarca de Tierra de Campos, provincia de Palencia , Ampudia mantuvo lo fundamental de su historia, elevándose incluso a la declara...