Muchas sorpresas quedaban aún por ver desde el pueblo de
Pemuteran en el extremo noroeste de Bali, el único parque nacional de la isla,
el conocido Taman Nasional Bali Barat, era el Parque Nacional de Bali Occidental.
Desde el mirador de la Torre realizada con grandes troncos
de madera, se podía ver la gran masa verde de frondosos bosques tropicales, con
vistas al mar al fondo, todo un paraíso por explorar.
Había limitaciones de entrada al parque, sólo se podía
hacer con guía, desde el Centro de
Visitantes Labuhan Lalang se inició la visita, las familias de monos negros
saltando desde las zonas altas de grandes árboles fueron los primeros animales
salvajes de esta ruta que se tuvo que realizar en coche.
Los ciervos de Timor,
autóctonos de Bali, se dejaban ver entre el mar y la vegetación costera, pero
en una de las paradas sorprendió un gallo salvaje, muy esquivo para observar su
recorrido.
Entre los árboles destacaba el árbol cocodrilo, con las
peculiares escamas de sus troncos; Muy llamativas eran las ramas serpenteantes
en forma de espiral que competían hacia arriba para asegurarse la luz.
Pero la gran sorpresa fue ver distintos Balistar o Miná de Bali, aves de
mediano tamaño, autóctonos de la isla, en grave peligro de extinción, blancos
con la zona de ojos en color azul, muy elegantes en el vuelo, una joya natural
y un gran privilegio descubrirlas.
En la zona de embarcadero se podían ver bosques de
manglares marinos asegurando vida natural en un entorno complejo, terrestre y
marítimo.
Gran acierto para su preservación que esta zona de la isla
de Bali fuera declarada Parque Nacional, asegurando que vida salvaje y
silvestre continúe sus ciclos naturales, fuera de la presión humana y
urbanística.
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