sábado, 19 de octubre de 2024

MIRADORES DE OTOÑO: LOS CASTAÑARES DEL VALLE DEL GENAL; Por Rosana Saburo

 

Al fondo, Genalguacil, uno de los pueblos blancos malagueños que componen el valle del Genal, dentro de la Serranía de Ronda, un paisaje otoñal, que empezaba a dorarse, con las hojas caídas de sus bosques espesos de castaños, alcornoques, robles.

Se le conoce como el Bosque del Cobre, por sus tonos ocres, amarillos; Ya ha comenzado la recogida de castañas, actividad muy festejada en el valle, siendo la protagonista este fruto seco, bien asado, en guisos, postres o pan, toda una delicia gastronómica.   



Hay muchos caminos de pequeño recorrido que adentran a estos rincones naturales del valle, donde se escucharan sonidos de aves, el curso de agua del río Genal y sus arroyos.

En el valle del Genal hay puntos de observación de aves, estratégicamente situados próximos a los arroyos, en los que poder disfrutar de vistas magníficas del bosque y del movimiento y sonidos de aves.  

Cuando se camina se comprobará que las castañas están dentro de caparazones muy espinosos de color marrón; Coger, los conocidos como “erizos”, será mala decisión porque sus pinchos son muy fuertes.

Las paradas en los miradores es otra opción para deleitarse con el paisaje, los pueblos de Benadalid, Benarabá, Pujerra, Atajate, Alpandeire  ofrecen buenas panorámicas del Valle, pero todo el Genal ofrece postales de paisaje otoñal.

Desde Parauta y Cartajima también la mirada se perderá entre los inmensos castañares.

Los barrancos hacia el valle del Genal guardan tesoros naturales y todo ello tan cerca de la Costa del Sol.


Enlace de interés:https://www.malaga.es/es/laprovincia/8796/com1_md3_cd-45569/tu-proximo-destino-el-valle-del-genal


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jueves, 17 de octubre de 2024

JAEN, VIVIR ENTRE OLIVOS; Por Rosana Saburo

 

Hasta llegar a Jaén era rodearse de olivos, para comprenderla mejor había que subir a su atalaya, el Castillo de Santa Catalina, desde donde las vistas de la ciudad y el paisaje que la rodeaba eran magníficas; Al fondo, destacaba el Parque Natural de Sierra Mágina, el río Guadalbullón  y el Oppidum, la ciudad íbera Puente Tablas, uno de los yacimientos arqueológicos referentes, previos a la romanización.

La tarde caía, el atardecer pintaba de colores dorados los campos de olivares, se acercaba el otoño, cuando el oro líquido, como así se conoce al zumo de la oliva, estaba maduro, con las aceitunas entre verdes y negras.



Los olivares como espacios protegidos, la capital Jaén y su provincia muestra la mayor superficie de olivos de nuestro planeta, una riqueza natural, cultural, gastronómica que ha creado, incluso, el oleoturismo, para que el viajero y visitante comprenda mejor este gran cultivo.

Bajando a la ciudad, la esplendorosa catedral renacentista de Jaén se imponía tanto de día como iluminada de noche, con una gran plaza delante de la fachada principal y ésta a su vez servía como punto de encuentro.   

El casco antiguo se intrincaba con calles empedradas, conservando la identidad de un legado arquitectónico en edificios históricos.

Visitar el Museo Íbero de Jaén fue una oportunidad para conectar con los primeros pobladores, que comenzaban a organizarse en las incipientes ciudades, Oppidum; Un espacio museístico enfocado a conocer nuestros orígenes.

Jaén, en el corazón de Andalucía conquista a sus visitantes con paisajes, patrimonio, actividades diversas en plena naturaleza, siempre teniendo en cuenta que se rodea de más de 65 millones de olivos, una joya, un tesoro incalculable, como difícil es describir los sabores de su manjar, el aceite de oliva.

Enlace de interés: https://www.jaenparaisointerior.es/es/

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AMPUDIA, ESENCIA MEDIEVAL; Por Rosana Saburo

  En la comarca de Tierra de Campos, provincia de Palencia , Ampudia mantuvo lo fundamental de su historia, elevándose incluso a la declara...