Inmensa, en pleno cinturón de Fuego del Pacífico, extendida junto al mar, con tráfico muy intenso, Los Ángeles creció hasta conformar una gran ciudad, rascacielos y zonas residenciales comparten un espacio urbano, abierto en todos los sentidos, reinventándose para continuar creciendo.
Con alojamiento cercano al aeropuerto, había que cruzar muchas vías repletas de vehículos, las carreteras estaban muy congestionadas.
Los grandes edificios de cristal daban la bienvenida a una intensa
ciudad, torres en vertical perfilaban distintas alturas de estos grandes
colosos.
Era necesario situarse y comprender que Los Ángeles era una de las
grandes urbes de Estados Unidos, con perfil propio, con lo positivo y también
con aspectos, visibles, no tan positivos.
En el sur de California se ubica Los Ángeles, el océano Pacífico la
bordea; El clima templado permitió la
vida de sus habitantes, unido a una sucesión de aspiraciones económicas que la
han convertido en un motor productivo muy diverso.
De la industria del cine, petróleo, construcción a telecomunicaciones,
aeroespacial e interminables áreas de
producción que la hicieron ciudad abierta, muy unida a Asia y también a
México.
Sus orígenes fueron latinos, manteniéndose estos lazos actualmente.
El afamado y fotografiado cartel de “Hollywood”, pasó de cartel
publicitario de zona residencial previsto para 18 meses, a símbolo reconocido
culturalmente, un objetivo para actores, actrices de todos los rincones,
símbolo de éxito y sueño a alcanzar, para hacerse hueco en las pantallas de
cine mundiales.
El bulevar de Hollywood, Hollywood
Boulevard, recordaba muchos nombres famosos, leyendas del cine, música, las
estrellas enmarcadas en el suelo.
También la ciudad de Los Ángeles, aguardaba la visita al Arboreto y
Jardín Botánico, Los Angeles County
Arboretum, en constante renovación y cambio, llamaba la atención los pavos
reales, rastro de la historia más reciente de este gran espacio verde.
Un paseo por Beverly Hills, de paso hacia Santa Mónica, con residencias
y mansiones sin vallado, abiertas a pie de acera, lugar elegido para vivir, por
muchos famosos y artistas.
La noche hacía su entrada, el viaje tocaba a su fin, y el escenario
para la despedida fue el muelle de Santa Mónica, enclave muy popular, de playa
y gastronómico.
Y aquí al finalizar el muelle, un cartel indicaba la terminación de la
histórica ruta 66, con casi 4000 kilómetros de recorrido, del este al oeste de
Estados Unidos, que no es poco.
En esta etapa de mi primer viaje a Estados Unidos, comprendí que en Los
Ángeles todo puede ser posible, que de un solar vacío, sus primeros pobladores
buscaban, una constante en la historia de la humanidad, la de mejorar sus
condiciones de vida; Y el crecimiento llegó de muchas formas a la ciudad, todo
suma, en este conjunto de pueblos y culturas que la habitan, aunque también
afloren heridas en esta ciudad con vistas sorprendentes.
Enlaces de interés: https://lacity.gov/ https://www.arboretum.org/
viajarconrosana.blogspot.com
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