Entre las variedades que aportan el mar Mediterráneo y Atlántico el litoral de Cádiz, en Andalucía, ofrecía playas únicas e imperdibles para disfrutar del
mar a cualquier época del año, más aún, en verano.
Bien para descansar, practicar deporte o vivir, las playas
de Cádiz sorprenden por múltiples atractivos, su arena dorada, sus miradores
con panorámicas impresionantes desde donde se divisa la costa africana, la
historia, los distintos pueblos que se establecieron, con un ejemplo importante
el complejo arqueológico romano de Baelo
Claudia, y mucho más, como una cocina unida al mar y a la tierra.
El día fue ventoso, incluso de levantarse la arena, pero el
atractivo de las playas se mantenía; Para que se ubiquen, nos vamos de ruta dirección
Barbate hacia Tarifa.
Comenzando desde la playa de Atlanterra, al fondo los
acantilados de Barbate, paredes verticales de más de 100 metros, culminación de
los Parques Naturales de la Breña y
Marismas de Barbate.
Zahara de los Atunes es una buena muestra de la costa gaditana, playa de arena muy fina y clara; El búnker, en el cabo de la Plata, a pie de playa, de hormigón, es el legado bélico ante la belleza del mar.
La tranquila playa
de los Alemanes va presentando al caminante hacia el lado más salvaje y
natural del litoral, con pinares, dunas, enebrales, ascendiendo hacia el Faro de Camarinal, en el Cabo de Gracia,
Bien de Interés Cultural, con más de 500 años de historia unida a un carácter
defensivo y de vigilancia.
Las vistas desde el Faro de Camarinal son inolvidables.
Con un descenso prolongado, pisando areniscas, también
evitando piedras, en sombra, gracias a los pinos y enebros, se bajaba a la
idílica y paradisiaca playa del Cañuelo, escondida entre pinares,
solo visitada para los que caminan desde el aparcamiento más próximo y para los
que la descubren desde el Faro Camarinal.
Continuando por la línea de costa, los acantilados con impresionantes
panorámicas de un mar cristalino en movimiento, con viento que te hacia tambalear, las paredes
verticales de rocas con señales históricas de extracción de piedra y a lo lejos
la ensenada de Bolonia, con una
playa de casi 4 kilómetros y su magnífica Duna
de Bolonia, Monumento Natural, y todo ese entorno natural presidido por las
columnas y restos arqueológicos de la ciudad romana de Baelo Claudia.
La belleza natural de las playas de Cádiz es muy rica, hay más rincones imperdibles, como las playas de Conil de la Frontera o la Playa de Valdevaqueros, pero hay kilómetros de costa gaditana por descubrir.
Especialmente para el verano, es difícil estar cerca de
Cádiz y no disfrutar de un baño en alguna de sus calas, que mantienen ese
marcado tono salvaje y natural.
Enlace de interés: https://www.andalucia.org/es/playas
viajarconrosana.blogspot.com
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